martes, 29 de noviembre de 2011



El maíz transgénico:
Una amenaza a la identidad mexicana

Naturaleza y Cultura

Por Idamis Rosado Cruz

No se requiere de una inteligencia elevada para darse cuenta de la importancia que tiene la vivienda, la alimentación y el vestido en el ser humano para llevar una vida modestamente aceptable. De estos tres aspectos, la alimentación es el más importante y en ella se enfocarán estas líneas, y aún más específico, en el maíz, pues éste es incluso un símbolo de la identidad cultural en nuestro país.

En México, la agricultura ha sido la generadora de los principales alimentos en los hogares. El cultivo de distintas plantas, principalmente el maíz, forma parte de nuestra alimentación básica. Ha sido domesticado desde nuestros antepasados y forma parte de nuestra cultura: “El maíz para los pueblos que constituimos México no es una mercancía, si no el origen de una civilización y base del sustento de las vidas y economías campesinas.”[1]

Desde la época Mesoamericana, el maíz ha sido de suma importancia. Llegó incluso a ser un tema relevante en la mitología, varios mitos se crearon alrededor de esta semilla, de esta planta. De entre ellos, existe uno en el que Quetzalcoatl se convierte en hormiga negra para ser guiada por una hormiga roja hacía la montaña donde permanecía oculto el maíz y así poder llevárselo a su pueblo, los aztecas, quienes pasaban tiempos de hambruna.[2] Así entonces, este mito, como muchos otros, nos permite vislumbrar la gran importancia que durante años ha tenido el maíz en nuestro país.

Ahora bien, si consideramos que en México el trabajo del campesino es fundamental en el cultivo del maíz y que éste “es el corazón de la vida rural y un ingrediente infalible en la vida urbana”,[3] que esta semilla es elemento primordial en la alimentación básica, podremos entonces comenzar a entender el gran riesgo en el que se encuentra nuestra cultura, e incluso la naturaleza misma, con la entrada del maíz transgénico en nuestro país y vida cotidiana.

Desde tiempos remotos, los antiguos habitantes de mesoamérica tuvieron a buena sabiduría domesticar una planta de especie silvestre conocida como Teocintle. De esta planta domesticada, surgieron distintas especies de mazorca que fueron adaptándose a los diversos climas y altitudes en nuestro continente. La palabra “Maíz” significa: “Lo que sustenta la vida”, y proviene de un vocablo propio de los habitantes de  la zona del Caribe. Su cultivo tiene una procedencia aproximada a los 7000 años, según estudios arqueológicos en el valle de México.[4]  Desde esos tiempos, el cultivo de esta planta ha sido primordial para los mexicanos y su consumo ha llegado a todas partes del mundo. Es el sustento de muchos grupos campesinos y por ser de bajo costo, es el alimento básico de muchos trabajadores de salarios bajos.

Ahora bien, considerando el contexto histórico del maíz, podemos visualizar un problema amenazador para los agricultores y los campos mexicanos: La entrada del maíz transgénico. A saber, es cuando al maíz “se le introduce artificialmente características biológicas nuevas provenientes de otras especies de plantas, animales o bacterias, para que adquieran capacidades inusitadas como la resistencia al uso de herbicidas, que la propia planta adquiera la propiedad de matar insectos que lo atacan…”[5] etc. Esto da un golpe fuerte a los agricultores que, aunque su conocimiento hacía la agricultura ha sido admirable y ha ido en aumento, ahora se ven en la necesidad de competir con transnacionales, quienes tienen en su poder una nueva producción de maíz.

El maíz transgénico, ha sido un tema controversial en todo el mundo, y México no es la excepción. Si consideramos que es un símbolo cultural y la base del alimento mexicano, el riesgo es aún más grave. No sólo está en tela de juicio sus beneficios y riesgos en la salud, sino también está en riesgo la fuente de trabajo de muchos mexicanos que se ven obligados a ser esclavos de las empresas transnacionales y dependientes de los avances científicos-tecnológicos. En este sentido, por ejemplo, resulta difícil imaginar que el trabajo humano pueda vencer con creces el trabajo de una máquina que podría reducir en mucho los costos de producción y trabajo.

Este es un tema que, por su importancia, ha sido tomado por La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En distintas publicaciones, ya sean revistas, libros, tesis, etc., han emitido distintos artículos tocando el tema desde puntos de vista políticos, económicos, sociales, culturales y de más. Úrsula Oswald Spring, en una publicación del 2001, comenta lo siguiente:

México se convirtió en un país particularmente vulnerable, no sólo por ser uno de los megabiodiversos del planeta, sino por constituir la cuna genética del maíz, jitomate, algodón y otras semillas, bajo investigación transgénica (greenpeace, 2000). El impacto ambiental puede provocar un estrés abiótico o biótico, afectar la calidad de la planta, la agrodiversidad y la bioseguridad. Como se demostró en los efectos negativos de la Revolución Verde, a mediano y largo plazos, los rendimientos productivos son decrecientes debido a la depauperación de los suelos. En términos económicos, el incremento en el costo de los fertilizantes, hace inviable el cultivo para un pequeño productor, además de deteriorar cada vez más el suelo y los acuíferos. En el caso de los transgénicos, hay diversos efectos, y potenciales peligros, que requieren años de investigación a fondo, antes de liberarse al ambiente natural.[6]

En este sentido, puede notarse que el daño que provoca el maíz transgénico no sólo es cultural, también afecta lo ambiental. Nuestro país es reconocido mundialmente por ser tierra de gran diversidad de condiciones climáticas, también por su calidad de la tierra para la siembra. Y el maíz, por sus características fisiológicas, tiene gran capacidad de adaptación, razón por la cual, son muchas las regiones que subsisten de este cultivo. Sin embargo, dentro de los estudios hechos a los transgénicos, se ha reflejado el daño que provoca a la tierra, poniéndola incluso en riesgo de infertilidad. Entonces, si hay daños irreparables a la tierra mexicana, podrá entonces afectar de manera directa nuestra base de alimentación. Esto traería consigo, problemas de hambruna, económicos, naturales, sociales y, claro está, hasta culturales: “De ahí que la carencia de maíz se expresa no sólo como hambre, desnutrición y epidemias, sino también como extinción cultural de las sociedades que dependen de él.”[7]

Ahora bien, por las razones antes expuestas, vale mencionar que existen distintos grupos u organizaciones que se han levantado en contra de la introducción del maíz transgénico en México, defendiendo al maíz natural como identidad cultural y nacional. En defensa del maíz, sitio en la red que ha publicado pronunciamientos en contra del maíz transgénico, declaró desde el 10 de julio del 2008:

Rechazamos la promoción, difusión, experimentación, cultivo, comercialización y consumo de las semillas transgénicas. Estas semillas atentan contra el medio ambiente y ponen en peligro la salud y la soberanía alimentaria de millones de mexicanos.
El cultivar, guardar, cuidar e intercambiar libremente semillas propias, nativas que no tenemos porque certificar ni registrar ante nadie porque las tenemos desde antes de que existiera el Estado mexicano, es un derecho inalienable que nadie nos va a quitar y seguiremos ejerciendo de manera autónoma. Estas semillas son la esperanza del futuro de todos. [8]

Y como éste, son muchos los grupos que se han levantado defendiendo el maíz natural que ha sido parte de nuestra vida desde tiempos antiguos y hasta el momento presente. La necesidad de producir a bajo costa, grandes cantidades de alimentos, ha llevado al mundo a enfrentarse a un fenómeno preocupante, dicho ya, la producción y el consumo de los productos transgénicos. Estos no sólo afectan a la tierra y pone en riesgo a nuestra cultura, existen ya evidencias a partir de estudios clínicos que han demostrado efectos negativos a corto y mediano plazo.[9]

El maíz en México, es una semilla de suma importancia para nosotros. No sólo es un alimento cotidiano, es fuente de trabajo para muchos agricultores, es símbolo de identidad social y cultural. Permitir la entrada de los productos transgénicos, del maíz principalmente, atenta contra la salud, la economía, lo ambiental, la cultura, etc., de cada uno de nosotros y como país. Es importante entonces, procurar el consumo de productos que no sean producidos por transnacionales. Los productos frescos, que generalmente podemos encontrar en los mercados del país y que son ícono de la vida cotidiana del mexicano, puede ser una buena opción.

Es importante reflexionar la importancia que tiene el maíz entre nosotros. Hacer conciencia y defender al maíz que desde tiempos antiguos, ha sido sembrado, cosechado y consumido por cada uno de nosotros. Vale la pena considerar la importancia que tiene nuestra patria y luchar por mantenerla con vida y dignidad. La vida de los agricultores está en riesgo, y con ella, la alimentación básica de todos nosotros. Las posibilidades de que se queden sin formas de cultivo, sin fuente de trabajo, puede llevarlos a emigrar, y a su vez, ser orillados también nosotros a la única posibilidad que la de consumir productos transgénicos. La vida del campesino es de suma importancia para cada uno de nosotros y en nosotros mismos está protegerla y fomentarla de manera natural, tal como lo hacían nuestros antepasados.


[1] Ver el siguiente enlace: http://endefensadelmaiz.org/No-al-maiz-transgenico.html Consultado el  28 de noviembre de 2011
[2]Ver el siguiente anlace: http://www.guiascostarica.com/mitos/mexico29.htm Consultado el 18 de noviembre de 2011
[3] Ver el siguiente enlace: http://plantasagrada.blogspot.com/ Consultado el 18 de noviembre del 2011
[4] Ver el siguiente enlace: http://mundohistoriamexico.blogspot.com/2011/09/el-maiz-en-mexico.html Consultado el 18 de noviembre del 2011
[5]Ver el siguiente enlace: http://foroendefensadelmaiz.galeon.com/productos365401.html Consultado el 30 de noviembre de 2011
[6] Ver el siguiente enlace: http://www.revista.unam.mx/vol.1/num3/art2/ Consultado el 02 de diciembre del 2011
[7] Ver el siguiente enlace: http://foroendefensadelmaiz.galeon.com/productos363869.html Consultado el 28 de noviembre del 2011
[8] Ver el siguiente enlace: http://endefensadelmaiz.org/Pronunciamiento-de-la-red-en.html?artpage=2-3 Consultado el 28 de noviembre de 2011
[9] Ver el siguiente enlace: http://www.revista.unam.mx/vol.1/num3/art2/ Consultado el 02 de diciembre del 2011

lunes, 28 de noviembre de 2011

Algunas preguntas para el eje de Naturelaza y Cultura, en cuanto a maíz transgénico:

¿Cuál es el origen del maíz?

¿Cuál es la historia de la existencia del maíz en México?

Culturalmente hablando, en México ¿Cuál es la importancia de la siembra del maíz?

Con la entrada del maíz transgénico, ¿existe el riesgo de dañar a la Naturaleza?

¿Qué sucedería su los transgénicos dañaran la tierra y  no se pudiera volver a sembrar?
 
¿Cómo podría afectarle, influirles o perjudicarles la entrada del maíz transgénico a los agricultores y a los mexicanos en general

Naturaleza y Cultura


¿Qué es el maíz?
La planta del maíz es un pasto anual gigante de la familia de las gramíneas. Forma parte de la familia Maydae que tiene cinco géneros, tres americanos y dos orientales, y es la única especie del género Zea. En la nomenclatura científica se le conoce como Zea mays. Su domesticación data de entre 5,000 y 10,000 años A.C.
(http://foroendefensadelmaiz.galeon.com/productos363869.html )


¿Qué significa la palabra maíz?
Maíz, es un vocablo propio de los indios que habitaban en la zona del Caribe y significa “lo que sustenta la vida”. Con esta definición, se puede comprender la importancia que tenía para los primitivos habitantes este elemento.
(http://mundohistoriamexico.blogspot.com/2011/09/el-maiz-en-mexico.html)

El maíz en la alimentación humana:
http://html.rincondelvago.com/el-maiz-en-la-alimentacion-humana.html>>
                  >>"El maíz grano es la principal fuente de la alimentación humana en América. En Europa este lugar lo ocupa el trigo y en Asia el arroz. En el conjunto mundial, el maíz como fuente para la alimentación humana, ocupa el segundo lugar, después del trigo."

La importancia del maíz mexicano:
http://foroendefensadelmaiz.galeon.com/productos363869.html

Producción e importación de maíz en México:
http://foroendefensadelmaiz.galeon.com/productos365415.html

Maíz, alimento básio, principalmente en tortilla:
http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol20num3/articulos/tradicion/index.html

jueves, 27 de octubre de 2011

"SOBRE CERDOS Y MAÍZ TRANSGÉNICOS": http://www.comoves.unam.mx/articulos/cerdos/cerdos.html

"EL FANTASMA DE LOS TRANSGÉNICOS": http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=84707&tabla=nacion     (específicamente en México. 2002)


ARTÍCULOS SOBRE TRANSGÉNICOS (VARIOS ENFOQUES)
EN LA JORNADA:
http://www.jornada.unam.mx/archivo_opinion/index.php/front/searchall/0/2011/transgnicos

EN EL UNIVERSAL:
http://historico.eluniversal.com.mx/buscar2.html

martes, 6 de septiembre de 2011

Sobre Eternidad e Inmortalidad

Inmortalidad significa duración en el tiempo. Según la visión de los griegos, era vida sin muerte en esta Tierra y en este mundo y los que tenían esa cualidad era la naturaleza y los dioses del Olimpo. La inmortalidad cobró interés al descubrirse el hombre mortal ante un universo inmortal. En este sentido, lo animales no forman parte de los seres mortales al ser considerados miembros de una especie cuya inmortalidad está garantizada por la procreación, el hombre mortal, en cambio, tiene una vida individual cuya curso es rectilíneo, es decir, tiene principio y fin, nacimiento y muerte. La mortalidad entonces, es una existencia en rectilínea que rompe con el transcurso cíclico del universo. Sin embargo, los mortales tienen una cualidad de naturelaza "divina" y es la  habilidad de producir cosas a través del trabajo, actos y palabras, y de esta manera logran conseguir un lugar en este cosmo, alcanzando así su inmortalidad. Aquellos que buscan la inmortalidad a través de esa habilidad les hace distingible de los animales. Ahora bien, la experencia de lo eterno no tiene correspondencia con la de inmortal, "la experiencia de lo eterno es una especie de muerte, y la única cosa que la separa de la muerte verdadera es que no es final" (pág. 23), y en contradicción con la inmortalidad del hombre (la vita activa), esta experencia (la Theória o «contemplación») pertenece a lo eterno y no puede transformarse en actividad, pues el hecho de pensar es una actividad totalmente individual, cabe dentro de uno mismo.

(Arendt, Hannah. La condición humana. Págs. 30-33).