El maíz transgénico:
Una amenaza a la identidad mexicana
Una amenaza a la identidad mexicana
Naturaleza y Cultura
Por Idamis Rosado Cruz
No se requiere de una inteligencia
elevada para darse cuenta de la importancia que tiene la vivienda, la
alimentación y el vestido en el ser humano para llevar una vida modestamente
aceptable. De estos tres aspectos, la alimentación es el más importante y en
ella se enfocarán estas líneas, y aún más específico, en el maíz, pues éste es
incluso un símbolo de la identidad cultural en nuestro país.
En México, la agricultura ha sido la
generadora de los principales alimentos en los hogares. El cultivo de distintas
plantas, principalmente el maíz, forma parte de nuestra alimentación básica. Ha
sido domesticado desde nuestros antepasados y forma parte de nuestra cultura: “El
maíz para los pueblos que constituimos México no es una mercancía, si no el
origen de una civilización y base del sustento de las vidas y economías
campesinas.”[1]
Desde la época
Mesoamericana, el maíz ha sido de suma importancia. Llegó incluso a ser un tema
relevante en la mitología, varios mitos se crearon alrededor de esta semilla,
de esta planta. De entre ellos, existe uno en el que Quetzalcoatl se convierte
en hormiga negra para ser guiada por una hormiga roja hacía la montaña donde
permanecía oculto el maíz y así poder llevárselo a su pueblo, los aztecas,
quienes pasaban tiempos de hambruna.[2] Así
entonces, este mito, como muchos otros, nos permite vislumbrar la gran
importancia que durante años ha tenido el maíz en nuestro país.
Ahora bien, si
consideramos que en México el trabajo del campesino es fundamental en el
cultivo del maíz y que éste “es el corazón de la vida rural y un ingrediente
infalible en la vida urbana”,[3] que
esta semilla es elemento primordial en la alimentación básica, podremos
entonces comenzar a entender el gran riesgo en el que se encuentra nuestra
cultura, e incluso la naturaleza misma, con la entrada del maíz transgénico en
nuestro país y vida cotidiana.
Desde tiempos
remotos, los antiguos habitantes de mesoamérica tuvieron a buena sabiduría
domesticar una planta de especie silvestre conocida como Teocintle. De esta
planta domesticada, surgieron distintas especies de mazorca que fueron
adaptándose a los diversos climas y altitudes en nuestro continente. La palabra
“Maíz” significa: “Lo que sustenta la vida”, y proviene de un vocablo propio de
los habitantes de la zona del Caribe. Su
cultivo tiene una procedencia aproximada a los 7000 años, según estudios
arqueológicos en el valle de México.[4] Desde esos tiempos, el cultivo de esta planta
ha sido primordial para los mexicanos y su consumo ha llegado a todas partes
del mundo. Es el sustento de muchos grupos campesinos y por ser de bajo costo,
es el alimento básico de muchos trabajadores de salarios bajos.
Ahora bien, considerando
el contexto histórico del maíz, podemos visualizar un problema amenazador para
los agricultores y los campos mexicanos: La entrada del maíz transgénico. A
saber, es cuando al maíz “se le introduce artificialmente características
biológicas nuevas provenientes de otras especies de plantas, animales o
bacterias, para que adquieran capacidades inusitadas como la resistencia al uso
de herbicidas, que la propia planta adquiera la propiedad de matar insectos que
lo atacan…”[5] etc. Esto da un golpe
fuerte a los agricultores que, aunque su conocimiento hacía la agricultura ha
sido admirable y ha ido en aumento, ahora se ven en la necesidad de competir con
transnacionales, quienes tienen en su poder una nueva producción de maíz.
El maíz
transgénico, ha sido un tema controversial en todo el mundo, y México no es la
excepción. Si consideramos que es un símbolo cultural y la base del alimento
mexicano, el riesgo es aún más grave. No sólo está en tela de juicio sus
beneficios y riesgos en la salud, sino también está en riesgo la fuente de trabajo
de muchos mexicanos que se ven obligados a ser esclavos de las empresas
transnacionales y dependientes de los avances científicos-tecnológicos. En este
sentido, por ejemplo, resulta difícil imaginar que el trabajo humano pueda
vencer con creces el trabajo de una máquina que podría reducir en mucho los
costos de producción y trabajo.
Este es un tema
que, por su importancia, ha sido tomado por La Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM). En distintas publicaciones, ya sean revistas, libros, tesis,
etc., han emitido distintos artículos tocando el tema desde puntos de vista
políticos, económicos, sociales, culturales y de más. Úrsula Oswald Spring, en
una publicación del 2001, comenta lo siguiente:
México se convirtió en un
país particularmente vulnerable, no sólo por ser uno de los megabiodiversos del
planeta, sino por constituir la cuna genética del maíz, jitomate, algodón y
otras semillas, bajo investigación transgénica (greenpeace,
2000). El impacto ambiental puede provocar un estrés abiótico o biótico,
afectar la calidad de la planta, la agrodiversidad y la bioseguridad. Como se
demostró en los efectos negativos de la Revolución Verde, a mediano y largo
plazos, los rendimientos productivos son decrecientes debido a la depauperación
de los suelos. En términos económicos, el incremento en el costo de los
fertilizantes, hace inviable el cultivo para un pequeño productor, además de
deteriorar cada vez más el suelo y los acuíferos. En el caso de los
transgénicos, hay diversos efectos, y potenciales peligros, que requieren años
de investigación a fondo, antes de liberarse al ambiente natural.[6]
En este sentido,
puede notarse que el daño que provoca el maíz transgénico no sólo es cultural,
también afecta lo ambiental. Nuestro país es reconocido mundialmente por ser tierra
de gran diversidad de condiciones climáticas, también por su calidad de la
tierra para la siembra. Y el maíz, por sus características fisiológicas, tiene
gran capacidad de adaptación, razón por la cual, son muchas las regiones que
subsisten de este cultivo. Sin embargo, dentro de los estudios hechos a los
transgénicos, se ha reflejado el daño que provoca a la tierra, poniéndola
incluso en riesgo de infertilidad. Entonces, si hay daños irreparables a la
tierra mexicana, podrá entonces afectar de manera directa nuestra base de
alimentación. Esto traería consigo, problemas de hambruna, económicos,
naturales, sociales y, claro está, hasta culturales: “De
ahí que la carencia de maíz se expresa no sólo como hambre, desnutrición y
epidemias, sino también como extinción cultural de las sociedades que dependen
de él.”[7]
Ahora bien, por
las razones antes expuestas, vale mencionar que existen distintos grupos u
organizaciones que se han levantado en contra de la introducción del maíz
transgénico en México, defendiendo al maíz natural como identidad cultural y
nacional. En defensa del maíz, sitio en la red que ha publicado
pronunciamientos en contra del maíz transgénico, declaró desde el 10 de julio
del 2008:
Rechazamos la promoción, difusión,
experimentación, cultivo, comercialización y consumo de las semillas
transgénicas. Estas semillas atentan contra el medio ambiente y ponen en
peligro la salud y la soberanía alimentaria de millones de mexicanos.
El cultivar, guardar, cuidar e
intercambiar libremente semillas propias, nativas que no tenemos porque
certificar ni registrar ante nadie porque las tenemos desde antes de que
existiera el Estado mexicano, es un derecho inalienable que nadie nos va a
quitar y seguiremos ejerciendo de manera autónoma. Estas semillas son la
esperanza del futuro de todos. [8]
Y como éste, son
muchos los grupos que se han levantado defendiendo el maíz natural que ha sido
parte de nuestra vida desde tiempos antiguos y hasta el momento presente. La
necesidad de producir a bajo costa, grandes cantidades de alimentos, ha llevado
al mundo a enfrentarse a un fenómeno preocupante, dicho ya, la producción y el
consumo de los productos transgénicos. Estos no sólo afectan a la tierra y pone
en riesgo a nuestra cultura, existen ya evidencias a partir de estudios
clínicos que han demostrado efectos negativos a corto y mediano plazo.[9]
El maíz en
México, es una semilla de suma importancia para nosotros. No sólo es un alimento
cotidiano, es fuente de trabajo para muchos agricultores, es símbolo de
identidad social y cultural. Permitir la entrada de los productos transgénicos,
del maíz principalmente, atenta contra la salud, la economía, lo ambiental, la
cultura, etc., de cada uno de nosotros y como país. Es importante entonces,
procurar el consumo de productos que no sean producidos por transnacionales.
Los productos frescos, que generalmente podemos encontrar en los mercados del
país y que son ícono de la vida cotidiana del mexicano, puede ser una buena
opción.
Es importante
reflexionar la importancia que tiene el maíz entre nosotros. Hacer conciencia y
defender al maíz que desde tiempos antiguos, ha sido sembrado, cosechado y
consumido por cada uno de nosotros. Vale la pena considerar la importancia que
tiene nuestra patria y luchar por mantenerla con vida y dignidad. La vida de
los agricultores está en riesgo, y con ella, la alimentación básica de todos
nosotros. Las posibilidades de que se queden sin formas de cultivo, sin fuente
de trabajo, puede llevarlos a emigrar, y a su vez, ser orillados también
nosotros a la única posibilidad que la de consumir productos transgénicos. La
vida del campesino es de suma importancia para cada uno de nosotros y en
nosotros mismos está protegerla y fomentarla de manera natural, tal como lo hacían
nuestros antepasados.
[1] Ver el siguiente enlace: http://endefensadelmaiz.org/No-al-maiz-transgenico.html
Consultado el 28 de noviembre de 2011
[2]Ver el siguiente anlace: http://www.guiascostarica.com/mitos/mexico29.htm
Consultado el 18 de noviembre de 2011
[3] Ver el siguiente enlace: http://plantasagrada.blogspot.com/
Consultado el 18 de noviembre del 2011
[4] Ver el siguiente enlace: http://mundohistoriamexico.blogspot.com/2011/09/el-maiz-en-mexico.html
Consultado el 18 de noviembre del 2011
[5]Ver el siguiente enlace: http://foroendefensadelmaiz.galeon.com/productos365401.html
Consultado el 30 de noviembre de 2011
[6] Ver el siguiente enlace: http://www.revista.unam.mx/vol.1/num3/art2/
Consultado el 02 de diciembre del 2011
[7] Ver el siguiente enlace: http://foroendefensadelmaiz.galeon.com/productos363869.html
Consultado el 28 de noviembre del 2011
[8] Ver el siguiente enlace: http://endefensadelmaiz.org/Pronunciamiento-de-la-red-en.html?artpage=2-3
Consultado el 28 de noviembre de 2011
[9] Ver el siguiente enlace: http://www.revista.unam.mx/vol.1/num3/art2/
Consultado el 02 de diciembre del 2011