martes, 6 de septiembre de 2011

Sobre Eternidad e Inmortalidad

Inmortalidad significa duración en el tiempo. Según la visión de los griegos, era vida sin muerte en esta Tierra y en este mundo y los que tenían esa cualidad era la naturaleza y los dioses del Olimpo. La inmortalidad cobró interés al descubrirse el hombre mortal ante un universo inmortal. En este sentido, lo animales no forman parte de los seres mortales al ser considerados miembros de una especie cuya inmortalidad está garantizada por la procreación, el hombre mortal, en cambio, tiene una vida individual cuya curso es rectilíneo, es decir, tiene principio y fin, nacimiento y muerte. La mortalidad entonces, es una existencia en rectilínea que rompe con el transcurso cíclico del universo. Sin embargo, los mortales tienen una cualidad de naturelaza "divina" y es la  habilidad de producir cosas a través del trabajo, actos y palabras, y de esta manera logran conseguir un lugar en este cosmo, alcanzando así su inmortalidad. Aquellos que buscan la inmortalidad a través de esa habilidad les hace distingible de los animales. Ahora bien, la experencia de lo eterno no tiene correspondencia con la de inmortal, "la experiencia de lo eterno es una especie de muerte, y la única cosa que la separa de la muerte verdadera es que no es final" (pág. 23), y en contradicción con la inmortalidad del hombre (la vita activa), esta experencia (la Theória o «contemplación») pertenece a lo eterno y no puede transformarse en actividad, pues el hecho de pensar es una actividad totalmente individual, cabe dentro de uno mismo.

(Arendt, Hannah. La condición humana. Págs. 30-33).